martes, 18 de diciembre de 2012

24 / 7


"Hacer guardias nocturnas... ¿A quién se le habrá ocurrido tal tontería? ¿A estas líneas de soporte técnico quien diablos se va a comunicar en la madrugada?"
"La verdad es que no lo se... pero lo que me intriga es saber a quién le caemos tan mal que nos envió a nosotras 2 solas a hacer esta guardia"

Ruth y Susana eran 2 chicas que laboraban en una empresa de soporte telefónico en una empresa que desarrollaba software para teléfonos móviles. La empresa era aun pequeña, pero habían tenido gran éxito con un par de aplicaciones que ayudaban a llevar un control en la alimentación para las personas que querían bajar de peso.
Como parte de los servicios otorgados por la empresa estaba el soporte técnico telefónico; como el software había tenido tanta aceptación se planeo abrir el nuevo servicio de 24/7 para dicha atención a usuarios. Esa noche era el lanzamiento de dicho servicio así que Ruth y Susana fueron elegidas por ser los elementos más nuevos dentro de la compañía y por la misma cuestión ellas no pudieron negarse a tal "Honor" y aceptaron "Gustosas".
La empresa estaba situada en una casa habilitada como oficina a las afueras de la ciudad, era de 2 pisos; tenía su cocina y su baño en cada una de las plantas, un pequeño patio trasero habilitado como comedor y una terraza muy agradable en la parte de arriba donde salían los empleados a fumar o a despejarse un poco de las presiones propias de su trabajo. El área de soporte técnico estaba en el segundo nivel bien distribuida por todo el piso, y tenía un gran ventanal que daba directamente a la terraza que daba una excelente luz natural al área por las tardes.
Susy, como era su costumbre llego ese día a trabajar apenas unos minutos antes después de las 9 de la noche; y Ruth apenas unos 5 minutos antes de la hora de entrada que eran las 10 de la noche. Ese era el horario establecido de entrada para ese turno y saldrían el día siguiente a las 8 de la mañana con 2 inútiles y absurdas horas para comer de 2:30 a 4:30 de la mañana.
Las chicas se instalaron en su lugar de trabajo muy a su pesar, mentalizadas a hacer lo más llevadero posible el pesado turno nocturno que les habían asignado solo por ser las novatas en la empresa.
Todo paso con relativa normalidad, solo recibieron un par de llamadas cada una entre las 10 y las 11 de la noche con casos muy simples que resolvieron rápidamente y una que otra llamada de algún enfiestado que por error marcaba tratando de comunicarse con algún conocido pero que por su estado de ebriedad no recordaba el número.
Las chicas trataban de matar el tiempo platicando de trivialidades. Como las 2 eran elementos nuevos en la empresa, aprovecharon para conocerse más y saber más una acerca de la vida de la otra. Ruth era una chica irreverente, saco la carrera por la presión de sus padres porque ella estudiara algo al menos; pero apenas la término les dejo el papel y se fue a vivir con 2 amigas mas a un departamento que habían rentado juntas para disfrutar de su independencia. Susana por otra parte era una chica de su casa, vivía con sus padres y los apoyaba en lo más que podía, era la clásica hija de familia responsable y orgullo de la casa. A pesar de ser tan diferentes tenían cierta afinidad, así que no tardaron en hacerse amigas aun cuando solo habían compartido esas tranquilas horas. 
Después de platicar un rato cada chica fue a sentarse frente a su computadora. Tuvieron tiempo para revisar su correo, para jugar en el facebook, para platicar con algún contacto desvelado que estuviera conectado y para navegar por la red.
Ruth se topo con uno de los tantos sitios que tiene la infinita internet; el titulo era bastante intrigante y aunque la chica no era muy amante de las cosas paranormales, este sitio llamo poderosamente su atención. El website se llamaba “Top Ten de las Casas Malditas Menos Famosas”. Es bastante ilógico que se hiciera un top ten de las casas menos famosas, pensó Ruth, siempre se hace este tipo de listado para casas famosas o de las que todo el mundo habla.
                Empezó a revisar la lista y el titulo no mentía, eran casas en lugares que nadie conocía, solamente las personas que vivían a los alrededores.
Ruth: Jajajajajajajajaja
Susy: ¿Qué pasa? ¿De qué te ríes?
Ruth: Estoy viendo una página donde aparecen casas malditas que nadie conoce, y aparece esta casa donde estamos.
Susy: No me digas eso, ¿Qué es lo que dice de la casa?
Ruth: No te asustes, creo que es una de esas páginas de broma en donde toman tu ubicación y aparece que tú casa esta embrujada o que un asesino ira a matarte o algo así. Nada de qué preocuparse…
La absurda hora de comer llego, las chicas bloquearon su computadora y se dirigieron a la cocina para calentar la respectiva comida que había traído cada una, decidieron comer en su lugar para poder poner algo de música de fondo y ver el cielo por el ventanal que daba a la terraza, ya que la luna estaba llena y se veía mas grande y brillante de lo normal. Era una excelente vista para comer.
Mientras comían las chicas empezaron a platicar de la situación...
Ruth: "Hacer guardias nocturnas... ¿A quién se le habrá ocurrido tal tontería? ¿A estas líneas de soporte técnico quién diablos se va a comunicar en la madrugada?"
Susy: "La verdad es que no lo se... pero lo que me intriga es saber a quién le caemos tan mal que nos envió a nosotras 2 solas a hacer esta guardia"
Ruth: Escuchaste al jefe... "son 2 elementos valiosos y pueden solucionar los casos solas sin necesidad de que yo este aquí para supervisarnos" ... jajajajajaja
Susy: Jajajajajaja... "es el primer paso para subir en esta empresa chicas, deben sentirse orgullosas porque los jefes las están volteando a ver"...
- Jajajajajajaja

Las chicas seguían con su plática amena, ya habían terminado de comer y estaban en el proceso de reposar la comida un rato.
Susy: Oye,  ¿Y qué era lo que decía la pagina esa que estabas viendo hace un rato?
Ruth: ¿Cuál pagina? ¿La de los catálogos de los zapatos?
Susy: No mensa, la de las “casas malditas”
Ruth: No me mensees… porque me la creo.
Susy: Ya pues cuéntame que decía la pagina
Ruth: Pues solo decía que las casas no eran muy conocidas. Esa página la hicieron un grupo de chavos que se dedican a investigar lo paranormal pero suspendieron su investigación después de que 2 de ellos desapareció inexplicablemente al hacer la investigación aquí en esta casa.
Susy: ¡Esas cosas me dan miedo!
Ruth: Ya te dije que esas cosas son solo bromas, no existen solo son tonterías
Susy: Bueno pero cuéntame, ¿Qué decía de la casa?
Ruth: No le puse mucha atención, solo decía algo de una chica que no creía en fantasmas y que hizo una invocación después de que las retaron sus amigos… o algo parecido a eso, no recuerdo bien, no tiene importancia.
Las chicas siguieron platicando de otro tipo de cosas; de banalidades, de chicos, de películas que habían visto, y de bastantes cosas que hicieron olvidar el tema de la supuesta casa maldita.
De pronto, el teléfono de Ruth sonó rompiendo el silencio de la oficina y exaltando un poco a las chicas que no esperaban que hubiera más llamadas; el reloj decía 3:15 AM ¿Quien podría necesitar soporte técnico a esa hora?
Se tranquilizaron un poco después del susto inicial pero no se animaron a contestar la llamada
Susy: ¿No vas a contestar?
Ruth: Claro que no, estamos en la hora de comida, además lo más seguro es que sea otro de esos borrachos que se equivocan de teléfono. Déjalo ahorita se corta la llamada.
El teléfono sonó unas 5 veces y la llamada termino
Ruth: Vez, te dije que se iba a...

El sonido del teléfono interrumpió la frase de Ruth, en esta ocasión era el teléfono de Susy el que sonaba insistentemente; las chicas voltearon a verse una a la otra con un poco de inquietud y de curiosidad.
Ruth: Contesta Susy, ya despáchalo para que no esté molestando
Susy: ¿Por qué no dejamos que se corte como cuando te marco a ti?
Ruth: Ya van varios timbres y nada, parece que no se va a cansar ahora, mejor de una vez lo atendemos y que nos deje de molestar
Susy: Bueno va...  pero ven conmigo y le contesto con el altavoz

Ruth y Susy se acercaron lentamente al lugar donde está el teléfono de esta última. Ella pulso el botón para responder la llamada con el altavoz y dijo el scrip de siempre para contestar una llamada.
Susy: Soporte Técnico Buenas Noches le Atiende Susana...
No obtuvo ninguna respuesta, solo un inquietante silencio se apodero de la oficina
Susy: Bueno, buenas noches...
Ninguna respuesta nuevamente...
Susy: Ruth si no me responde voy a colgar la llamada
Susy: Soporte Técnico Buenas Noches le Atiende Susana...
Y nada...
Ruth: Parece que no era nada después de todo. Mejor ya cuel...

Un sonido proveniente de la cocina interrumpió a Ruth, fue como si algo hubiera entrado por la ventana y hubiera caído al suelo, cosa que era imposible ya que las protecciones de la ventana dejaban huecos muy pequeños y era imposible que siquiera un gato con toda su agilidad pudiera entrar por ahí.
Las chicas voltearon con dirección a la puerta de la cocina, como si esperaran que algo saliera de ahí de repente, cuando de pronto...
Voz: Si bueno...
La voz de una mujer del otro lado de la línea que hizo dar un grito de miedo a las chicas, ya que no recordaban que estaba el altavoz activo y habían olvidado la llamada. Susy con mucho miedo respondió la llamada.
Susy: Buuuenas Noooches... Le Atiende Susana... ¿En qué puedo Ayudarle?
Voz: Ustedes ya no pueden ayudarme... ya es demasiado tarde...
La voz de la chica tenía un enorme pesar... parecía que tenía un terrible dolor del cual no se podía liberar. Ruth puso el Mute en el teléfono rápidamente y dijo:
Ruth: Escuchaste eso Susy... dijo ustedes, ¿Cómo sabe que no estás nada mas tu?
Susy: No lo se... debió escuchar el grito de hace un rato o que se yo...
Voz: Se mas de lo que se imaginan chicas…
¿Cómo era posible que aquella mujer supiera lo que Ruth le comento a Susy si estaba el teléfono en silencio?
Las chicas estaban muertas de miedo para este momento, pero ya no podían retroceder, tenían que seguir adelante para buscar una explicación a lo que estaba sucediendo.
Voz: ¿Que hacen aquí chicas?
Ruth: Estamos de guardia
La ingenuidad de la respuesta de Ruth era extraña en una chica como ella, pero tan sincera en ese momento que estaba invadida por el miedo. Aun así seguía en su papel de escéptica y buscaba una explicación lógica para lo que estaban viviendo
Susy: ¿Quien eres?
Voz: Mi nombre es Fernanda... y solía ser una chica ingenua como ustedes...

Cada palabra que provenía de quien ahora sabían se llamaba Fernanda, les erizaba la piel, era como si una gota de agua helada recorriera su espina dorsal desde la nuca y hasta la parte baja de su espalda.
Los ruidos de la cocina empezaron nuevamente, ahora se escuchaba como si algo estuviera encerrado y tratara de salir, pero que no lo podía hacer. En el altavoz se empezó a escuchar un ruido como de unos jadeos o una respiración muy fuerte, como si alguien estuviera muy agitado y tuviera puesta una especie de mascara. Aunque estos ruidos eran tenues todavía, daba la impresión de que se estaban acercando lentamente.
Algo extraño empezó a suceder, de la planta baja de la oficina salían unos espeluznantes ruidos parecidos a los que provenían del teléfono. Se comenzó a escuchar unos pasos muy lentos pero muy firmes, eran pasos de mujer ya que se escuchaban unos tacones muy finos subiendo. Lo extraño era que los ruidos los escuchaban provenientes del cubo de la escalera y también del teléfono de Susy. . Pronto cayeron en cuenta las chicas que la llamada provenía de la misma casa.
¡¡¡¡No estaban solas!!!!
Susy: ¿¿¿Que está pasando aquí???... ¿¿¿Que son esos ruidos???... yo me quiero ir de aquí
Ruth: No se que sea eso amiga... yo también quiero salir rápido de aquí... ¡¡¡¡¡ya quiero que esto termine!!!!!
Fernanda: Esto no va a terminar... jamás termina... No hasta que...

No dijo nada mas... parecía haberse cortado la llamada. Los pasos de la escalera se detuvieron justo antes de llegar hasta arriba. Los ruidos de la cocina cesaron. Una inquietante calma reino en el lugar por un momento.

AAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!

Un lastimero grito de mujer salió del teléfono... Al mismo tiempo la puerta de la cocina se abrió de un golpe seco…  Seguido de los gritos de terror de ambas chicas...

A la mañana siguiente al llegar temprano la señora del aseo se encontró con lo que parecía una espeluznante escena salida de la más terrorífica película de horror.

Los cuerpos de las 2 chicas yacían en el suelo, inertes y ya sin vida. La expresión de sus rostros reflejaba el profundo terror que habían experimentado antes de morir. Rasguños de lo que parecían ser unas enormes garras decoraban el lugar, acompañados del más hermoso y brillante rojo sangre coloreado gracias a las inocentes chicas.
                Jamás nadie pudo explicar que había pasado aquella noche de luna llena. La gente formo la leyenda acerca del lugar que dejo de ser una oficina, ya que todos los datos y la información de lo ocurrido aquella fatídica noche fueron ocultados al público.
Lo  único que quedo fue la espeluznante grabación de la llamada que había tenido Susy; donde solo se escucha la macabra risa burlona de quien fue el que autor de tan macabra obra.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Gris


Despertar, abrir los ojos y ver solamente paredes blancas, una ventana... no reconozco este lugar,
pero no siento miedo de estar aqui, sabanas blancas cobijan mi ser, siento el frio recorrer mi piel. Me pongo de pie. Camino descalza por el piso de madera, se siente su calidez, llego a la cocina automaticamente, es
tiempo de tomar el café, enciendo la cafetera, comienza con el sonido habitual, busco una taza, coloco el café en ella... Busco donde sentarme, mis rodillas las tomo con mis brazos y tomo sorbo a sorbo, sintiendo como suavemente se equilibra mi temperatura, sentir lo calido de liquido recorrer mi garganta y sentir como el frio accesa por mis pies, ver el cielo por la ventana; Podría decirse que estoy de maravilla, simplemente disfrutando el momento en esta mañana de sábado, pero desde aquel día mi alma ya no habita mi cuerpo, el estado automata invade mi ser.

Ya no sé disfrutar de un lindo amanecer, la suave briza de la playa, el frio de la mañana, como en aquellos días, pero, ¿Cómo poderlo hacer?, Sí ya no estás. Desde aquel día ya no me siento viva.